Esperar en colas puede provocar fuertes emociones en nosotros.
Estrés. Aburrimiento. La sensación persistente de que nuestra vida se nos está escapando. Y, por supuesto, creemos que la otra cola se mueve más rápido. Si bien que la pérdida para la cola en nuestra izquierda nos conduce a la desesperación, ganar a la cola en nuestra derecha hace poco para levantarnos el ánimo.
Casi siempre estamos preocupados con la cola que camina más rápido que la cola que se mueve más lentamente.
Todo esto cuenta para una impresión duradera en la percepción de sus clientes acerca de su marca. Es el mismo si se trata de un supermercado o un banco o una compañía aérea o cualquier otro negocio cuyo objetivo es servir a las personas.